Hoy os traigo una receta que me encontré navegando por internet y que me llamó la atención por la mezcla de especias y por la forma tan curiosa que tiene 🙂
El resultado es una masa realmente esponjosa y con un sabor muy peculiar que, unido al del chocolate y los frutos rojos, hacen de este pan un acompañamiento estupendo para desayunos y meriendas.

Ingredientes:
- 5 g de levadura seca de panadero (o 15 g de levadura fresca). Si usáis la levadura seca, antes de añadirla a la mezcla tenéis que activarla dejándola unos minutos con un par de cucharadas de agua caliente.
- 250 ml de leche templada
- 130 g de azúcar
- 390 g de harina
- 85 ml de aceite de oliva
- 2 cucharadas soperas de canela molida
- 2 cucharaditas de ralladura de piel de naranja
- 2 cucharaditas de sal en escamas (o sal gruesa, si no tenéis en escamas)
- 1 cucharadita de cardamomo molido
- 250 g de frutos rojos. Aquí podéis utilizar lo que más os guste. En la receta original habla de arándanos, pero yo mezclé arándanos y frambuesas y también quedó muy bueno.
- 200 g de pepitas de chocolate (o chocolate cortado en trozos gruesos, a mí me gusta más cortarlo que usar las pepitas, sobre todo porque esto último sale mucho más caro 🙂 )


Método:
1. Mezclar bien en un bol la levadura, la leche y el azúcar.
2. Añadir a la mezcla anterior el aceite, la canela, la ralladura de naranja, el cardamomo, la sal e ir incorporando la harima a medida que se va amasando hasta obtener una masa blanda pero no pegajosa. Este proceso lo podéis hacer a mano, o con una amasadora (menos cansado 🙂 ). Yo lo suelo hacer con la amasadora pero al final la saco y le doy la última vuelta a mano para comprobar la consistencia, si la masa está muy dura se le puede añadir un poco más de leche y si está muy pegajosa un poco más de harina, pero con las cantidades que os he dado debería saliros bien.
3. Hacer una bola con la masa y colocarla dentro de un bol engrasado con aceite. Cubrir el bol con un film plástico (o un trapo de cocina limpio) y dejarlo reposar alrededor de 1 hora o hasta que doble su volumen (lo que ocurra primero 🙂 )
4. Finalizado el tiempo de reposo extender la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada, hasta formar un rectángulo del ancho aproximado 3 veces el ancho del molde rectangular que vais a usar (unos 30 cm en mi caso) y de un espesor de aproximadamente 1 cm.
5. Para este paso es mucho mejor que miréis las fotos de la presentación, os quedará mucho más claro :), en cualquier caso os lo escribo también. Pintar con aceite toda la superficie del rectángulo y repartir la mitad del chocolate y los frutos rojos de modo que cubran el tercio central de la masa. Cubrir esta zona con el tercio superior de la masa, repartir sobre ella el chocolate y los frutos rojos restantes y volver a cubrir con el tercio inferior de la masa.
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6. Tras el paso 5 deberíais tener un rectángulo del ancho del molde que vais a usar (unos 10 cm en mi caso). A continuación hay que cortarlo cada 6-7 cm aproximadamente e introducir cada trozo dentro del molde, tal y como aparece en la foto siguiente:

7. Tapar el molde y dejar reposar unos 30 min más.
8. Destapar el molde e introducir en el horno precalentado a 180ºC durante unos 45 min. Cada horno es un mundo así que os recomiendo vigilar a partir del minuto 30 para ver como va.

Si lo conserváis tapado os puede aguantar blandito y esponjoso hasta 3 días.
No lo he probado, pero estoy convencida de que la masa simplemente, sin más añadidos, daría un pan de especias muy rico. Si alguien se anima con esa variante de la receta (más sencilla y menos calórica 😉 ) que nos cuente el resultado.
¡Qué lo disfrutéis! 🙂