Tarta Sacher :)

Los que leáis este blog a menudo sabréis que esta no es la primera vez que cuelgo fotos de una Sacher, de hecho fue mi primera «entrada repostera» 🙂

Desde entonces muchos me habéis pedido que colgara la receta, así que el miércoles me puse manos a la obra y decidí probar la misma que ya había utilizado pero en un molde más pequeñito (17 cm en lugar de 24), el resultado fue esta «tartita para dos» :),  perfecta para regalarle a una pareja de amigos que casi nunca llegan a probar mis peripecias pasteleras (solemos vernos a finales de semana y para entonces ya no quedan ni las migas 🙂 )

¡La cantidad de ingredientes es la misma que la que había utilizado para el molde de 24cm!, la diferencia es que ésta quedó más gordita (sobre 8-9cm) y pude dividirla en 3 capas sin problema… La verdad es que una vez recubierta parecía una tartita de juguete, más mona… ;)… ya sé que suena cursi, pero me dio una pena cortarla… 😀

La única «precaución» para este tipo de tartas gruesas es asegurarse de que el molde es lo suficientemente alto, el mío mide 6,5 cm… poco, como pude comprobar… Os podéis imaginar que me pasé casi toda la cocción pegada al horno, viendo como la masa crecía irremediablemente, … como cada vez quedaba menos para llegar al borde,… como,efectivamente, llegaba y… afortunadamente, en ese momento ya estaba lo bastante hecha para no desparramarse, así que creció medio cm por encima del borde y ahí se quedó 🙂

Ingredientes:

Para el bizcocho:

160 g de chocolate de cobertura negro (las coberturas que he encontrado hasta ahora tienen sobre un 54% de cacao y el color que le dan al bizcocho no es tan oscuro como me gustaría, así que en este caso usé mitad cobertura y mitad choco negro del 80% :). Eso ya va según gustos)

120 g de harina

150 g de azúcar

100g de mantequilla

4 huevos

10 g de levadura

Para el relleno:

100 g de azúcar

1 vaso de agua

1 vasito de ron dorado

200 g de mermelada de albaricoque (es una aproximación, depende mucho del tamaño de la tarta y de lo que os guste la mermelada 🙂 )

Para la cobertura:

150 g de chocolate de cobertura (fondant)

150 ml de nata para montar

75 g de mantequilla

Método:

Preparación del bizcocho:

1. Derretir el chocolate y la mantequilla juntos y dejar enfriar la mezcla. Se puede hacer al baño María o en el microondas, es este último caso tened mucho cuidado de que el chocolate no llegue nunca a hervir.

2. En un bol batir las yemas con la mitad del azúcar, añadírselo a la mezcla anterior (que debe de estar templada) y batir todo bien hasta obtener una mezcla homogénea.

3. En otro bol juntar la harina con la levadura, tamizarla (podéis usar un colador) e irla incorporando a la mezcla anterior poco a poco. La masa que os queda después de este paso es bastante dura, la primera vez pensé que me había equivocado y había echado demasiada harina, no os preocupéis, eso se arregla en el punto 5.

4. Montar las claras a punto de nieve y, casi al final, añadirles el azúcar restante.

5. Añadir poco a poco las claras montadas a la mezcla del punto 3, mezclando con mucho cuidado (sin batir), sólo envolviendo. Hemos pasado el trabajo de montar las claras, si ahora batimos fuerte habrá sido trabajo en balde 🙂

6. Untar el interior del molde con mantequilla y harina para evitar que se pegue la tarta.

7. Añadir la mezcla y meter en el horno a 180ºC durante 25 minutos, bajar a 160ºC y mantener 25 minutos más. Comprobar con un pincho o cuchillo que está hecho antes de sacarlo.

8. Desmoldar en frío (para evitar que se rompa) y dividir en 2 o 3 capas (dependiendo de lo alta que nos haya quedado)

Preparación del relleno:

1. Calentar durante 5 minutos el agua, el azúcar y el ron.

2. Emborrachar las capas con la mezcla anterior y añadir la mermelada. Dependiendo de la marca de mermelada y del gusto de cada uno puede ser buena idea pasarla antes por la batidora para que quede más fina.

3. A la hora de volver a montar las capas poner la de abajo arriba, ya que es la más plana, de esta forma la tarta tendrá un mejor aspecto.

Preparación de la cobertura:

1. Calentar la nata hasta ebullición, sacar del fuego y añadir el chocolate en trozos pequeños y la mantequilla. Mezclar bien.

2. Para bañar la tarta, colocarla primero sobre una rejilla, con un plato debajo para recoger el sobrante. Bañar con la cobertura

3. Cuando no gotee, pasarla a un plato o fuente y dejarla enfriar.

… y a disfrutar… 😀