Caramelo líquido…

«¿Caramelo líquido?… pues vaya cosa, cualquiera sabe hacer caramelo líquido, sólo hay que calentar azúcar… no tiene ninguna ciencia»

Entiendo que ésta sea la opinión generalizada al leer el título, pero de lo que yo estoy hablando es de caramelo líquido… que sigue estando líquido a las 2 horas,… y al día siguiente,… y a la semana siguiente… 🙂 ¿a que ahora ya os he picado la curiosidad?

La forma de hacerlo es muy sencilla y a lo mejor algunos ya la conocéis, pero para mí ha sido todo un descubrimiento. Me encontré la receta por casualidad en el blog de cocina Javirecetas y he pensado que os podía interesar, así que me he puesto manos a la obra y cámara en ristre he ido «afotando» los pasos para su preparación.

Ingredientes:

200 g de azúcar

1 vaso de agua

Método:

1. Poner el agua en un cazo a hervir.

2. Poner en otro cazo de fondo grueso el azúcar a fuego medio.

3. Dejar que se vaya formando el caramelo poco a poco. Si el fuego es muy alto se puede quemar o tomar un sabor amargo.

4. Cuando todo el azúcar se haya transformado en caramelo añadir 12 cucharadas soperas del agua hirviendo y remover sin retirar del fuego hasta que esté bien mezclado. Tener mucho cuidado al añadir el agua, sobre todo la primera cucharada, porque puede saltar, usar manoplas de cocina. Cuchara metálica, nunca de plástico…se puede derretir.


5. Retirar del fuego y dejar enfriar…

Trasladar al recipiente en donde queráis guardarlo.

Si una vez enfriado, el espesor no os convence y lo queréis más líquido, sólo tenéis que ponerlo de nuevo a calentar e ir añadiendo agua hirviendo, esta vez hacedlo con una cucharilla para no pasaros.

El resultado de este proceso tan sencillo es un caramelo líquido como el que se compra en el supermercado… bueno, mejor porque lo habéis hecho vosotros :). Yo lo he utilizado últimamente para mis rollitos de canela, pero hay muchas más cosas en que emplearlo: flanes, púdines, helados,… sé de algunos que lo usan para endulzar yogures … e incluso el café 🙂