«Perdone usted que le pregunte…

… es que llevo un rato mirando y no consigo entenderlo… estos coches de aquí… sí, los que están en batería… ¿cómo salen? «. Eso fue lo que me preguntó a la salida de mi portal un señor mayor, intentando el pobre encontrar la solución de éste «aparente» problema que, día sí día también, se puede contemplar en muchos barrios de Sevilla. Por su acento, y por el desconocimiento de esta moda tan común aquí, comprendí que se había escapado de alguna de estas excursiones del imserso que, periódicamente movilizan a los abuelos del norte para el sur y a los del sur para el norte :).  Esto que os cuento pasó poco después de llegar a Sevilla, por lo que no pude resolver su duda que, a partir de ese momento, fue también la mía…

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Muchos de vosotros estaréis pensando: «pues vaya cosa, eso se llama aparcar en doble fila y pasa en todos lados»… eso es lo que creía yo, hasta que me dí cuenta de un pequeño detalle: esta zona que os muestro (al igual que muchas otras en donde pasa lo mismo) es residencial, no comercial.  Estos coches no están aparcados temporalmente esperando a que su dueño descargue la compra del maletero o a que la abuela baje de casa para llevarla a comer o a que alguien que se muda lo llene de cajas… no, estos coches están ahí ahora y seguirán ahí mañana muy posiblemente. Nadie está pendiente de ellos, sus dueños los han aparcado y se han ido a sus casas que, pueden estar o no en esta misma calle.

Vale, seguro que a alguno ya se le ha ocurrido otra posible solución: » claro, lo que pasa es que el coche al que están obstaculizando es de alguien de su misma familia, de modo que no va a tener problema para sacarlo»… muy buena deducción,… sí, a mí también se me ocurrió, pero no, tampoco es eso. Sus dueños puede que ni se conozcan y aunque lo hagan, el que está bien aparcado no va a llamar al otro para poder quitar su coche… y aún así, va a poder quitarlo sin problema…¡cómo!??… :o… Ajá!, esto es a lo que yo llamo realmente el arte sevillano, gracias al cual (y gracias también a que Sevilla es plana como una tabla) han conseguido ampliar el número de plazas de aparcamiento de la ciudad… ¡y sin hacer obras! 🙂

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Solución: el conductor del coche B aparca detrás del coche A obstaculizando su salida, pero… lo deja sin freno de mano :). Cuando el coche A quiere salir, su dueño empuja el coche B (que se mueva fácilmente porque está sin freno) y sale… no, no es broma, de hecho a nosotros nos ha tocado empujar un coche para salir más de una vez 🙂

¿Y cuándo no puedes mover el coche que te obstaculiza porque tiene a uno delante y otro detrás?… «pues entonces tienes que coger un poco de carrerilla y así ya mueves los tres»… 🙂 no, esto tampoco es broma, es lo que nos contestó un amigo sevillano cuando le hicimos esta misma pregunta… vamos, lo normal

Vale, ya sabemos que Sevilla es muy planita, pero ¿y si la calle tiene un poco de pendiente?… «pues entonces dejas el coche con un puntito o dos del freno de mano, pero nunca con él echado del todo»… ¡Sí señor!, si es que tienen soluciones para todo :)…

¿Problemas de aparcamiento? … ¡ninguno! sólo hay que echarle un poco de imaginación al asunto :). El problema surge cuando una pequeñita pendiente (aquí no las hay más grandes) se une a un escaso levantamiento del freno de mano, y entonces… pues entonces ocurre que vas andando por una calle y ves que un coche te persigue,… apuras el paso, miras atemorizada hacia atrás a punto de echarte a correr y… te das cuenta de que no hay conductor!… (tampoco es broma, me ha pasado :))…Y entonces piensas, bueno, no pasa nada, ya parará contra otro de los que están mal aparcados…

Cuidadín con lo que dices…

Pues sí… yo pensando que el español de España era igual para todos y resulta que no… resulta que no hace falta salir de este país para tener «complicaciones lingüísticas»… palabras que toda la vida creí que eran castellano no lo son, bueno, sí pertenecen al idioma español pero digamos que no tienen el significado con el que yo las solía usar… Os voy a poner unos ejemplos; los gallegos pensarán que cómo es posible que alguien no las entienda y el resto pensarán que de dónde nos hemos sacado ese significado tan raro… os lo explico… del gallego, la mayoría de estas palabras se escriben igual (o casi) en gallego que en castellano, pero en gallego tienen, además, ese otro significado que nadie más comprende 🙂

Cubrir. En esta caigo siempre, y cada vez la gente me mira con una cara más rara… Resulta que en mi tierra los formularios se cubren, mientras que aquí se rellenan y eso de cubrir es lo que le hacen los toros a las vacas en sus momentos de intimidad… Dicho esto os podéis imaginar la cara que se le queda a la gente cuando les paso un documento y les digo: «y esto lo tiene que traer usted cubierto antes del día 10″… el pobre individuo me mira y piensa: «coño!, si es que cada vez piden más cosas para poder hacer un curso… pero esto!…»

Coger. Intentando entrar en un coche: «Hacedme un hueco que si no no cojo«…»¿Coger?, ¿qué es lo que quieres coger más si el coche ya va a tope!?»… Queridos paisanos, no es coger, es caber, vamos, que la cosa sería: «Hacedme un hueco que si no no quepo«… ¿quepo?!, pues sí señor, primera persona de presente del verbo caber…Que manera de complicarse, lo de caber lo entiendo, incluso creo que podría decir sin problema «eso no cabe ahí» pero, ¿quepo?!, mi conjugación del verbo caber es: yo cojo, tú cabes, él cabe,… 😀

Salir. Veámosla en contexto: estás preparando la comida y alguien más entra en la cocina y se coloca delante de la nevera, tú tienes que coger unos huevos y le dices…»Sal de ahí que estorbas»…bueno, eso suponiendo que seas gallego, aquí dirían «quita/aparta de ahí»… «pero si es lo mismo…»-dirán los gallegos-, pues no, parece ser que salir sólo se usa para ir hacia fuera: salir de la casa, de la habitación, de prisión,… ¿Sutilezas?, no tanto, en el caso de la frase anterior un no-gallego te entendería por el contexto, pero si simplemente le dices «Sal«, probablemente se iría de la cocina pensando que eres «pelín» borde…

(…)

La verdad es que hay infinidad de ejemplos de lo rica y variada (y puñetera) que puede llegar a ser nuestra lengua 🙂 … Por ahora estos son de los que me acuerdo, pero si se os ocurren más me los comentáis y yo voy haciendo ediciones sucesivas del «cuidadín con lo que dices…» 😀

Para acabar os voy a poner una muestra de la juerga que tengo montada debajo de casa. No os penséis que esto sólo pasa hoy porque es festivo… en Sevilla (y sobre todo en Triana) a la que te descuidas se junta uno con una guitarra, otro con una caja y dos que estaban tomando una caña y que resulta que les gusta cantar y te montan una de estas en cualquier terraza… . Hay que reconocer que alegría tienen para dar y repartir 🙂

Os dejo la prueba sonora….

…y la gráfica… (el grupo musical improvisado en este caso está abajo a la izquierda)

«La lluvia en Sevilla es una maravilla»

Por fin he entendido este famoso dicho, y he de reconocer que estoy totalmente de acuerdo con él.

No es que hasta ahora no me gustaran los días lluviosos, a ver… soy del norte, sería como si a un esquimal no le gustara la nieve, es cierto que probablemente esté aburrido de ella y que no se quede embobado cuando nieva, ni se dedique a hacer muñecos ni a tirarse en el suelo a dibujar ángeles… pero en el fondo le gusta, eso seguro. Pues a mí me pasa más o menos lo mismo, en el norte aprendemos a convivir con la lluvia día sí y día también, forma parte de nuestra vida y no nos queda otra que integrarla en ella, el problema es que la vemos demasiado a menudo, se convierte en una rutina, nos acostumbramos a ella, dejamos de apreciarla, nos aburre,… Pero sólo he tenido que alejarme un poco para darme cuenta de lo mucho que la hecho de menos.

Una cosa está clara, el famoso dicho no lo dijo (valga la «rebuznancia») un sevillano. No es que odien la lluvia, reconocen que es necesaria y todo eso pero en el fondo no les acaba de gustar, no pueden disimularlo… les cambia el humor.

Sí, no es una frase hecha, a los sevillanos les cambia el humor los días de lluvia. Hace cosa de un mes me lo comentaba una amiga y yo, la verdad, no acababa de ver a qué se refería, pero hoy me ha quedado clarísimo. La pregunta es la siguiente ¿cómo puedes saber si hoy llueve en Sevilla hablando con un sevillano?

  • Punto 1. Seguramente esté más arisco de lo normal. Este punto he de reconocer que no lo he testeado lo suficiente (al fin y al cabo sólo llevo 2 meses aquí), pero hasta ahora funciona bastante bien. No pueden evitarlo, la lluvia les afecta negativamente al humor,  a mí me pasa lo mismo con los ardientes días soleados de 40º…que le vamos a hacer, cada uno es como es.
  • Punto 2. Pregúntale si ha cogido la bici, es un medio de transporte muy popular por aquí… menos cuando llueve. Vale, me diréis que eso es normal, si llueve no andas en bici porque te mojas, estoy de acuerdo, el caso es que lo que cayó hoy en Sevilla no fue lluvia, fue un «chirimiri» como le llamamos nosotros, pero menos; chirimiri/4 más o menos. Pues yo, loca de mí, desafiando la tempestad 🙂 me cogí la bici para disfrutar del aire fresco y de las gotitas de lluvia… craso error… muy pocos pensaron que eso de mojarse aunque fuera un poquito tuviera gracia y me encontré con todas las estaciones llenas de bicis, o sea, que me tuve que ir a dejar la mía a una estación a más de 1Km  del lugar a dónde me dirigía y volver andando…
  • Punto 3. Invítale a tomar algo a una cafetería. Si pertenece a la media te dirá que no le apetece, y es que cuando llueve disminuye drásticamente la cantidad de gente, no les ves, desaparecen… lógicamente si tienen que salir salen: al trabajo, a hacer la compra, al médico,… pero para algo «posponible» se lo piensan más. Si lo pensamos la verdad es que tiene su lógica, aquí por 1 día de lluvia hay 4 de sol (en verano más), pueden permitirse el lujo de esperar a que salga el sol para quedar… si nosotros hiciéramos lo mismo nos pasaríamos el invierno en casa hibernando en plan oso.

Conste que no quiero con esto alimentar topicazos, hay de todo como en todas partes y no siempre llueve chirimiri, cuando la cosa se pone seria «se te cae el cielo encima», no exagero (ver foto), pero sí que es cierto que hay una tendencia general pro-sol/anti-nubes más marcada que en otros lados y fácilmente observable para un foráneo.

En fin, cada uno es como es, el tiempo es opinable y nadie tiene la verdad absoluta. Aunque alguien debería de recordarle esto a los señores/as del tiempo, que, sobre todo ahora en verano, se dedican a decir cosas tan absurdas como: «hoy hay previsión de lluvias pero mañana regresa el buen tiempo con cielos despejados y temperaturas que llegarán hasta los 40ºC…», pero, ¿quién ha dicho que eso sea buen tiempo?…

El gato del zapatero

En mi barrio hay un gato… bueno, en mi barrio hay muchos gatos supongo, pero ninguno como el gato del zapatero.

El gato del zapatero vive en un piso bajo y se pasa las mañanas acodado en la verja de la ventana viendo pasar la vida… El gato del zapatero no es un gato miedoso, no se escapa cuando pasa alguien, ni cuando los niños juegan con la pelota, no se asusta de los gritos de las vecinas ni de los ruidosos perros que no saben estarse callados…

El gato del zapatero lo observa todo con esa expresión de autosuficiencia que tienen todos los felinos, con esa cara de estar de vuelta de todo, de saberlo todo.

El gato del zapatero atiende cuando lo llamas, se despereza, baja de su ventana a la calle y se acerca,…pudiera parecer que eso no es cosa de gatos, que al acudir a una llamada traiciona su esencia independiente, pudiera ser… pero simplemente hace lo que quiere, no necesita respetar estereotipos.

El gato del zapatero se acerca maullando, permite que le acaricies 1, 2, hasta 3 veces…y luego se da la vuelta, no lo llames porque no volverá, ya te ha regalado 30 segundos de caricias, esa es tu ración, dar más sería un desperdicio de su tiempo…se acerca a la pared y salta el metro y medio que le separa de la ventana, con la facilidad de quien sube un escalón, se acoda de nuevo y sigue con su vida…

Os lo presento:

Butaneroooo…!

Aclaremos antes de nada un punto importante: he nacido y crecido en un pueblo y he estudiado en otro pueblo, «pelín» más grande que el anterior. Con esto quiero dejar constancia de que lo del trato personal es una cosa que valoro mucho…ahora bien, nunca pensé que en la 5ª ciudad más grande de España me iba a encontrar con un sistema tan…digamos, «humanizado» de reparto de butano…… Atentos al dato: en mi barrio al butanero se le llama desde la ventana…seguro que ahora hay alguien que está pensando: «hombre, en el mío también, si un día se me olvida llamarlo y lo veo llegar pues bajo y se la pido»… puntualizo, no se trata del método de emergencia para el típico despistado, no, en mi barrio al butanero COMO NORMA GENERAL se le llama desde la ventana, de hecho me costó encontrar a alguien que me diera el número de teléfono, por si acaso (simplemente porque nadie lo usa).

Antonio (el butanero) llega todos los días sobre las 12 de la mañana, «planta» su camión en una calle, se baja y sacude un par de bombonas para que en cualquier punto se pueda oir ese sonido inconfundible …. y ahí es cuando se moviliza el vecindario: el uno le grita desde el 6º, el otro, que ha bajado a por el pan, le llama desde la acera, la señora que va al super y se lo cruza le dice: «Antonio, quillo, súbeme dos a mí que voy a comprar y ahora mismo vuelvo»… Vamos, lo que es un reparto como el que se lleva haciendo en los pueblos toda la vida, bueno, con un «pequeñín» detalle, en lugar de 15 o 20 casitas el pobre Antonio tiene que lidiar, fácil, con más de 1000 trianeros… y mi piso es un 11º!… bendito Antonio, que Diós le conserve su santa paciencia…