Hoy os traigo unas galletitas super sencillas y ricas, ricas, ricas… (vaya, ya parezco el Arguiñano 🙂 )
Se trata de las Baci di Dama, un dulce italiano originario de la región del Piamonte. He de reconocer que hasta la semana pasada ni siquiera conocía su existencia y fue navegando por mis blogs favoritos de repostería cuando me topé con esta pequeña maravilla que con mucho gusto os presento…
Ingredientes (para unas 12 Baci di dama):
140 g de harina
140 g de avellanas o almendras
100 g de azúcar
100 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
Una pizca de sal
50 – 70 g de chocolate negro
Método:
1. Precalentar el horno a 160 ºC
2. Moler las avellanas hasta que tengan una consistencia similar a la polenta.
3. Mezclar en un bol la harina, las avellanas molidas, el azúcar, la sal y la mantequilla
4. Amasarlo todo con las manos hasta obtener una masa consistente (esta es la parte más divertida 🙂 ). En un principio la masa se hace migas, parece que no va a unirse, pero perseverad, después de amasarla un tiempo tendréis una bola de masa.
5. Dividir la masa en 3 o 4 partes y hacer un cilindro con cada una, de unos 2cm de diámetro. Meterlos en la nevera durante una hora.
6. Sacar la masa de la nevera y cortar los cilindros en trozos de unos 1,5- 2cm de largo, hacer una bolita con cada trozo y colocarlo en la fuente del horno (poner antes papel de hornear para que no se peguen)
7. Hornearlos durante 10-12 min a 160º
IMPORTANTE: Recien salidas del horno son unas galletas muy delicadas, no intentéis cogerlas o tocarlas para comprobar la consistencia porque se deshacen, hay que dejarlas enfriar.
Listas las galletas!! Ahora sólo queda el relleno… Las galletitas por si solas están tan buenas que muchas de ellas desaparecieron antes de que les pudiera poner el chocolate 🙂
8. Dejar enfriar las galletas. Derretir el chocolate y poner unas gotas sobre una de ellas, cubrir con otra y colocar sobre una rejilla para que enfríe y solidifique.
Parece sencillo, pero esta parte es la que más tiempo me llevó. No se puede echar el chocolate caliente porque está demasiado líquido y «desborda» la galleta, hay que dejar que enfríe lo suficiente para que se mantenga sobre ella, el problema es que, llegado ese momento te da tiempo a rellenar 4 o 5 galletas antes de que esté demasiado sólido como para trabajar con él… con lo que hay que volver a derretirlo 🙂
El resultado merece la pena, creedme, han sido todo un éxito!